El enfoque terapéutico FLORAL tiene la triple condición de ser holístico, clínico y analítico. Los principales objetivos de la terapia con esencias florales son: aliviar el dolor psíquico y físico, concientización, introvisión, resignificación y prevención.
• Aliviar el dolor es un objetivo básico de todo tratamiento floral. Sin embargo, no hay que perder de vista el hecho de que el consultante debe aprender el sentido de su dolor para que este adquiera valor terapéutico. Pero podremos acceder a ello una vez que disminuyan los síntomas agudos.
• Concientizar, como proceso de ampliación de la conciencia, entendiendo que esta no es una técnica que tiende a suprimir sino ayudar a comprender el significado de la lección. Esta tarea implica no sólo un registro intelectual de “darse cuenta”, sino una vivencia que acompaña el conocimiento mental. La concientización trae como resultado la mejor comprensión de la situación presente, de la perspectiva histórica, y dimensionar su realidad, comprendiendo que lo que le pasa hoy es fruto de su devenir.
• La introvisión tiene como fin lograr en la persona una mayor identidad, una mejor diferenciación, categorizar los aspectos internos y su relación con el entorno y circunstancias de vida.
• La individuación como el encuentro de sí mismo, sin las interferencias propias o ajenas o injustificables.
• La prevención es lograr descubrir la causa, erradicando el defecto con el recto desarrollo de la virtud opuesta, antes que este tome la forma material de la enfermedad.
La terapia floral es un elemento muy valioso en la prevención de enfermedades psicofísicas. No teniendo en cuenta la naturaleza de la enfermedad, sino al paciente que la porta, “No nos fijemos en la enfermedad, sino cómo ve la vida el enfermo” (Bach).